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Comprendiendo nuestra Responsabilidad Ambiental

En nuestra vida diaria generamos una gran cantidad de residuos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente y la salud pública. Es esencial comprender los diferentes tipos de residuos y cómo manejarlos correctamente. En este artículo, exploraremos los principales tipos de residuos y las mejores prácticas para su gestión responsable.

1. Residuos orgánicos

Los residuos orgánicos son aquellos de origen biológico, como restos de alimentos, estiércol animal, hojas, ramas y otros materiales de origen vegetal o animal. Estos residuos se descomponen naturalmente y se pueden aprovechar mediante compostaje o digestión anaeróbica para producir abono orgánico o biogás. El tratamiento en un biodigestor doméstico de este tipo de residuos es una excelente manera de reducir la cantidad de residuos orgánicos que terminan en los vertederos, generar energía limpia y ayudar a mejorar la fertilidad del suelo. La fracción orgánica de los residuos domésticos suponen cerca del 45-50% en peso del total de la basura que generamos en casa

2. Residuos de papel y cartón

Los residuos de papel y cartón incluyen periódicos, revistas, cajas, papel de embalaje, cartón corrugado y otros productos derivados de la pulpa de madera. Estos materiales son altamente reciclables y, al separarlos correctamente, pueden convertirse en nuevos productos de papel y cartón. Es importante tener en cuenta que el papel y el cartón deben estar limpios y secos para garantizar la calidad del reciclaje. Por esta razón, si el papel que vamos reciclar contiene aceite o otros compuestos no celulosos, se recomienda no mezclar este residuos con el esto de papel y cartón limpia introduciendo el el contenedor de restos, el contenedor de tapa naranja. Este residuo supone el 20% en peso del total de nuestros residuos.

3. Residuos plásticos

El plástico es uno de los principales desafíos ambientales debido a su lenta degradación y su impacto en la vida marina y los ecosistemas. Los residuos plásticos incluyen botellas, bolsas, envases, envoltorios y otros productos de plástico. Algunos plásticos son reciclables, como el PET (tereftalato de polietileno) y el HDPE (polietileno de alta densidad), mientras que otros son más difíciles de reciclar debido a su composición o tamaño. El gran reto de este tipo de residuos es su diversidad, existen numerosos tipos de plásticos y cada uno tiene su proceso de reciclaje concreto. Por ello, es importante reducir el consumo de plásticos y optar por alternativas más sostenibles, como bolsas de tela, alimentos sin envasado y botellas reutilizables. Este tipo de residuos supone el 11% en peso de la basura que generamos diariamente.

4. Residuos de vidrio

El vidrio es un material altamente reciclable y se puede reciclar indefinidamente sin perder calidad. Los residuos de vidrio incluyen botellas, tarros, envases y otros productos de vidrio. Un error común que comentemos a la hora de reciclar este residuo es confundir entre vidrio y cristal, se parecen pero no son lo mismo. Una botella de cerveza se compone de vidrio, este material es «amorfo» en su estructura, cuesta más ver a través de él, es más grueso y no brilla tanto como el crista. El cristal sin embargo tiene una estructura perfecta, es más fino y pesado que el cristal. Pero, el kit de la cuestión es que el vidrio se compone principalmente silicatos, mientras que el cristal aparte de silicatos contiene Plomo, elemento que ayuda a «ordenar» su perfecta estructura. En conclusión, el vidrio (botellas y tarros) debe ir a cubo de reciclaje verde, mientras que el cristal (copas, vasos, elementos decorativos), debe acabar en el cubo de restos para que el plomo no contamine el proceso de reciclaje del vidrio. Al reciclar vidrio, se ahorra energía y recursos naturales, y se reduce la cantidad de vidrio que termina en los vertederos.

5. Residuos metálicos

Los residuos metálicos incluyen latas de aluminio, latas de acero, envases metálicos, electrodomésticos viejos, chatarra y otros objetos metálicos. En España los envases metálicos, como latas de bebida, se juntan con los residuos plásticos. Esto es así debido a la facilidad que supone separar este material del resto. Sus propiedades magnéticas y la reflectividad de este material permiten que se separe con facilidad del resto de residuos. Por ejemplo, en las líneas de cribado de residuos es común contar con un imán de gran tamaño que atrape y separe todos los metales imantables. Otro medio de criba común y efectivo para este residuo es el uso de radiación laser, el metal reflecta el laser y así el sistema de cribado identifica rápidamente que ese material es metálico. El reciclaje de metales ayuda a conservar recursos naturales, reduce la contaminación y ahorra energía. Al reciclar estos residuos, se pueden obtener nuevos productos metálicos y reducir la necesidad de extraer y procesar minerales.

Desde Miogas apostamos por modelos de reciclaje donde las personas sean las principales beneficiaras de los subproductos del reciclado. De esta forma se garantiza un proceso sin impropios, ya que si una persona va a beneficiarse de los subproductos de reciclar, se garantiza que el proceso se hará bien. Si quieres aprender más sobre cómo reciclar el 45% de tus residuos para convertirlos en energía y fertilizante no dudes en llamarnos:

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