El compostaje es una excelente manera de reciclar restos orgánicos y convertirlos en un abono natural. Se basa en un proceso natural donde ramas, restos de poda, estiércol animal, restos de cocina y demás compuestos orgánicos son descompuestos por la acción de microorganismos que «trocean» el residuos en partes muy pequeñas. Partes tan pequeñas que los nutrientes que residían en esos restos de cocina o de huerto por ejemplo, ya pueden ser absorbidos por las plantas. Por ejemplo, no tiene mucho sentido dejar una cáscara de plátano a los pies de una tomatera, la pobra planta no tiene dientes para poder trocear esa cáscara y obtener su potasio. Por eso tenemos que compostar esa cascara primero, y luego darle a la tomatera en forma de abono o composta.
Qué es el compostaje
El proceso de compostaje implica la combinación de materiales orgánicos como restos de comida, hojas, hierbas y césped. Es importante mantener una proporción adecuada de materiales verdes y marrones para garantizar que los residuos se descompongan adecuadamente. La relación ideal es una parte de materiales “verdes” por cada tres partes de materiales “marrones”.
Entre los elementos de material “verde” se encuentran frutas, verduras, residuos de huerta verdes; mientras que los productos “marrones” o “café” se tratan de cartones, ramas o papel, fundamentalmente.
El volumen medio de materiales que se pueden compostar en una compostera (valga la redundancia) en casa es de aproximadamente un metro cúbico. Una vez que los materiales se combinan en la compostera, es importante mantenerla húmeda y bien aireada. Esto es posible revolviendo la composta regularmente y agregando agua si es necesario.

En relación a la necesidad de mantener la compostera «bien aireada», queremos remarcar que para que se genere composta y no fertilizante orgánico, como ocurre en un biodigestor, la compostera necesita tener canales de aire entre los materiales. Estos canales se puede crear poniendo una capa de ramas que permitan la circulación de aire entre los materiales a descomponer. En caso de que no exista aire, la descomposición pasaría a ser anaeróbica, generándose biogás y olor a huevo podrido, por eso es importante realizar una labor recurrente de aireamiento del material en la compostera.
Qué es la composta
A grandes rasgos, la composta es un abono natural que se puede utilizar en jardines, huertos y plantas de interior.
Para hacer composta se han de emplear materiales orgánicos de fácil descomposición. Con el tiempo, los microorganismos presentes en este material son capaces de transformar los residuos orgánicos en un material oscuro rico en nutrientes y con una textura similar a la del suelo.
Agregar también que, generar composta puede ser un proyecto educativo interesante para niños y adultos por igual. Comprender cómo se produce la composta y cómo se puede utilizar para mejorar la salud del suelo y reducir los residuos puede ser una experiencia enriquecedora.

Qué es el compostaje doméstico
El compostaje doméstico se caracteriza por ser una familia la que composta en su jardín sus residuos de cocina, como piel de fruta o restos de cocina. Una de las singularidades del compostaje domésticos es que en una compostadora doméstica existen ciertos materiales que no debemos introducir, entre ellos están los restos de carne, restos de pescado, lácteos, huevos o huesos.
Este tipo de compostaje, como comentábamos, tiene muchos beneficios ambientales: al reducir la cantidad de desechos enviados a los vertederos, se reduce la cantidad de metano y otros gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. Incluso, el no tener que transportar los residuos evita las emisiones por transporte que esto conllevaría.
Aparte de esos beneficios ambientales, el compostaje doméstico también puede ahorrar dinero en fertilizantes y reducir la necesidad de riego al mejorar la retención de agua del suelo. La composta también aumenta la calidad del suelo al agregar nutrientes y microorganismos beneficiosos para el crecimiento de las plantas.
En resumen, el compostaje doméstico es una manera fácil y efectiva de reducir los desechos y crear un abono natural. Las composteras son primas hermanas de los biodigestores, la gran diferencia es que el biodigestor genera biogás y fertilizante líquido y no puede tratar residuos leñosos o papel, mientras que la compostera genera abono sólido, no puede tratar ni carne, ni pescado, ni lácteos, ni huevos ni huesos pero sí puede tratar ramas y residuos. Una persona ecologista férrea recomendaría tratar los residuos húmedos en un biodigestor y regar con el fertilizante de ese biodigestor un compostera donde se traten residuos de poda. Así los residuos son descompuestos por bacterias tanto aeróbicas (en presencia de oxígeno) como anaeróbicas (en ausencia de oxígeno), quedando completamente estabilizados.
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