Sabine es alemana, pero lleva desde 1996 en España. Le fascinan los eco inventos y, leyendo en Internet, descubrió la posibilidad de tener un digestor doméstico para generar biogás en casa. Siguió indagando hasta que contactó con Miogas para hacer la instalación en su finca. Lo instaló hace un año y reconoce que está muy satisfecha.
“El montaje fue mucho más fácil de lo que yo pensaba. El manual está muy bien explicado.”
Sabine recibe en su casa a personas de todo el mundo que quieren contribuir con su proyecto y vivir una experiencia rural en plena naturaleza. Reconoce que el biodigestor sorprende a todos los que pasan por allí. El uso del biogás a escala doméstica es una solución innovadora de la que aún muchas personas no han oído hablar.
Sabine tenía dudas sobre si era un capricho y realmente funcionaba, pero después de un año de uso reconoce que “funciona perfectamente. Una vez que te has decidido, lo haces con muchas ganas. Si ya reciclas, el siguiente paso es adquirir el digestor”
Otra de las dudas frecuentes que le trasladan a Sabine es si el digestor aguantará al sol, y si los animales pueden suponer un riesgo. Los digestores de Miogas están fabricados con tecnología perfectamente preparada para las condiciones climáticas a las que estará expuesto y tienen una durabilidad de 15 años. Esto es posible gracias al tratamiento ultravioleta (UV) con el que está fabricado el plástico del digestor. Tampoco ha tenido desperfectos por convivir con animales, la verdad es que el equipo no les causa ningún interés.
El uso de un biodigestor doméstico permite un ahorro en la factura de la electricidad, al sustituirse por el biogás.
“Mi motivo principal es ecológico. Me encanta el invento y estoy muy en este mundo. Valoro que se pueda aprovechar todo: usar la basura y generar gas y también fertilizante. Es como cerrar el ciclo, creo que todo debería ser así”
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